lunes, 21 de febrero de 2011

Lucha de gigantes

Ahora los magnates dueños económicos del país (Carlos Slim y Azcárraga Jean) saltan al ring a darse en su madre con sus mejores armas y sus más bajas artimañas.

El primero (Grupo Carso) porque le quiere hacer la competencia a los creadores de la "televisión para jodidos" en su sistema de TV por cable Dish. Y los envidiosos de Telerisa queriéndose meter en terrenos telefónicos Telemex.

Lo mas risible es el papel de referi barato que lleva el gobierno que no puede controlar ni a uno ni a otro, además de no hacer respetar los parámetros de competitividad a ambas empresas (véase nota en Lajornada)

Por lo pronto no más publicidad de Telcel y otros en el monopolio televisivo, que perderá casi el 4% (un montón de dinero)de la publicidad total que se genera en el corporativo. Los Televisos por su parte niegan cualquier vínculo comercial y publicitario en canales de Dish.

Y nosotros, como comunes mortales presenciando como se disputan las ganacias del mercado cautivo. Pronostico de ganador: la ciudadanía NO.

Caso Aristegui en caricatura

He aqui un video sobre el mentado despido de la periodista Carmen Aristegui en dibujitos feos

Periodismo y filosofía libre pensadora

Simple y sencillamente es el punto de vista subjetivo y unilateral de su servidor, que considera
que su visión y criterio pueden ayudar a entender los muchos acontecimientos
sociales y existencialistas.

Los tópicos mas frecuentes serán temas de actualidad, como los noticiosos,
políticos, sociales, culturales y hasta deportivos. Un periodico
informal e incorrecto de mi para ti.

martes, 15 de febrero de 2011

Aristegui,miedo y resignación

El caso del despido de Carmen Aristegui de la cadena Multivisión, y específicamente de la radiodifusora MVS, permite analizar muchos vértices de la libertad de expresión en México. No sirve de nada teorizar y anteponer un escenario sociopolítico como se vivía en tiempos del PRIato. Es más productivo inferir las diferencias entre aquel gobierno y el actual (desde la entrada del PAN al poder ejecutivo).

Primero hay que destacar la gran apertura y tolerancia que hubo para la prensa justo cuando Vicente Fox entró al mandato. Era evidente la deficiencia intelectual y la poca capacidad del ex mandatario para tomar decisiones importantes para toda una nación. Dentro de los costos que produjo esta impotencia fueron los de tipo político; quién no recuerda aquella desafortunada llamada que sostuvo Fox con el ex presidente cubano Fidel Castro, en la cual se le ocurrió al mexicano limitar al canciller de la Isla para que en su visita a México no tocara temas relacionados al país del Norte, con un incipiente y fallido “Comes y te vas”.

Desde ese sexenio los medios de comunicación parecieron desquitar toda esa represión y censura que arraigaban de tiempos pasados. La técnica fue mofarse y satirizar sin medida al presidente de las botas y el bigote. Así, la caricatura política fue un elemento trasgresor y un parteaguas para el “cambio”. El ataque directo de los gobiernos a periodistas disminuyó y hasta en eso se cayó en la ineficiencia.

 A pesar de toda esta evolución, aun quedan las reminiscencias de aquellos ejercicios de censura institucional y federal. Hoy, la presidencia niega haber hecho “berrinche” y por el contrario, se jacta de respetar y valorar el trabajo periodístico libre. El escepticismo de la opinión pública es real porque el cuestionamiento fue directo: “¿Felipe Calderón es o no un alcohólico?”En realidad Carmen Aristegui pecó de ingenuidad o en su caso, pretendió cimbrar los mas profundos cimientos de un gobierno con el cual se encuentra inconforme ¿Se hubieran imaginado que el presidente hubiera contestado afirmativamente?

Los ciudadanos e interesados en el tema polarizan las opiniones ya que la cuestión ahora es si Felipe Calderón es un “borracho” empedernido – tema de salud en funcionarios que no se ha analizado lo suficiente, es decir, si es trascendental para un país que su presidente tenga una enfermedad de esta índole-.
Otra de los dilemas es la posición de la compañía MVS. Vale la pena decir que se trata de una empresa privada con fines de lucro. Al verlo así, las criticas contra la radiodifusora disminuyen ya que cualquier inversionista siempre priorizará el beneficio económico y evitara tener conflictos con los llamados poderes fácticos de los cuales depende. En una palabra, MVS es un negocio y como tal, contrató a una periodista con un grado de popularidad bastante conveniente. Y ahora la despide.

En la supuesta conferencia de prensa que dio Carmen Aristegui (no hubo sesión de preguntas) insistió en la influencia del gobierno federal por su despido, exigió disculpas a los empresarios Vargas (dueños de MVS) y rechazo una disculpa de su parte por la mentira de que difundió un rumor como noticia (algo también debatible, ya que a partir de rumores se han desarrollado investigaciones reveladoras). Mucho se habla acerca de una triple indemnización que recibió la periodista y de su probable regreso a la radiodifusora y por supuesto, hubo muchos reporteros que se quedaron con ganas de cuestionarla en ese sentido.

Es por eso que la tan vanagloriada libertad de expresión depende de un hilo que sostienen grandes empresarios que, en su mayoría, están poco interesados en el valor editorial de la información y en el efecto benéfico que tiene en la sociedad. Los medios gubernamentales son pocos y están estancados en términos de calidad y propuesta. Al final, no hay que perder de vista eso.