domingo, 5 de junio de 2011

Mérito

Donde la dignidad acaba, la miseria empieza…

Mexicano que sufres de pesimismo vacuo, insidioso y rapaz a la hora de matar. Llano y seco es el camino, la soltura del cuerpo vacío habido de paz y riqueza. Ganar es lo de hoy, más importa como lo hagas pues te equivocas si luchaste por ello: tonto eres o, solo quizás, no has descubierto el camino fácil, hecho por ti y por muchos más; tonto al fin por no usarlo.

El país del orgullo real, del desenfreno vil y  del descaro preponderante. A tus pies solo los ojos que en ti no ven más que un reflejo de tu ser, maltrecho, vapuleado y socavado por las llagas del que alguna vez te reclamó por serte infiel. Ahora, el mando es tuyo, ceniciento amo de poco coste. Lleva a  tus sequitos al lugar de nunca volver. Ríete de la desgracia propia o ajena, pero nunca cuestiones tu autoridad; anda, eres el control de tu sistema de justicia, perpetrado por las lagrimas de la honestidad y el beneplácito.

Hoy, compatriota, ya estás hecho de materia concisa e infracturable. Solo te toca disfrutar sin tapujos del placer mundano. Hoy, mexicano, no hay pretexto para ser infeliz: desmiente tus valores y sueña con un mundo mejor sin tu ayuda.

Porque sales y te encuentras alguien como tú. Lesiónate, porque al fin y al cabo morirás, a tu modo. Siente como la fría sangre recorre tu excreto cuerpo, y por fin libérate de la moral.

Orgulloso estate, mexicano, que por fin ahora conseguiste vencer cualquier barrera de moderación y ética. Date gracias porque haz sido tú quien rompió con los esquemas del “bien” estar. A cada momento recuerda que haz cambiado el esquema patrón; por fin eres libre de pensar que no robas, no mientes, no te drogas, no engañas. Recuerda que no vendes tu voto, ni tu dignidad, vendes más que eso y el precio es fútil y recompensante. Sobrevivir es la palabra, no les a tus hijos que soñar, la realidad los aplastará en cualquier momento.

Sal a la calle y grita quién eres, pues hoy, eres un ejemplo a seguir. Eres el más astuto ilegal que el mundo haya dado, el más inconsciente, el mas feliz. Hecha de menos a quien te tendió la mano, no olvides que él es el inadaptado. Corrómpete, trasgrede, aprovecha y deslindate porque tú eres el chingón. Empléate en tus intereses: los ideales solo existen para los ilusos.

No exaltes la verdad, siempre dolerá. Recuerda que no hay crisis, que no hay desempleo, que no hay racismo ni discriminación, que ni la violencia ni la delincuencia te dañarán porque a ti nadie te ha incluido en sus planes. Hoy el amor es incipiente, mágico y a veces efímero. Tu experimento con la pobreza se ha terminado; hoy conviértete en el pudiente que tanto criticaste, porque los pobres solo te trajeron más pobreza. Hoy vive como quieres vivir,  sin alguacil ni ley, ni sombra que amparar.

Mexicano, hoy eres más mexicano. Sin ti nada de esto hubiera sido posible. Tú eres el cambio y la evolución del México abnegado y reprimido al México cínicamente libre.

Ayala Pineda Alberto